El ser humano, como máquina de supervivencia y adaptación,
ha desarrollado un sentido de la mejora y creatividad enfocado a hacer más fácil
la vida diaria y calidad de ésta. Aun
así también hemos deseado bienes materiales y cosas que estaban fuera de
nuestras posibilidades, así se desarrolló la tecnología.
El hecho de que este deseo no tuviera fin y que la población
mundial comenzara a aumentar, gracias en parte a este desarrollo de la
tecnología, hizo que el ser humano comenzara a progresar a pasos agigantados,
derribando continuamente las barreras que parecían insuperables tiempo atrás.
Actualmente, aunque el desarrollo de la tecnología parezca
algo positivo, hay gente que lo critica, por ejemplo, el hecho de que las
máquinas sustituyan el trabajo que antes hacían varios trabajadores. Beneficia
al empresario, que ahorra mucho dinero y tiempo. Pero estos trabajadores quedan desempleados,
algo negativo para el crecimiento económico del país.
Opino que el problema no es el hecho de que esos
trabajadores queden desempleados, tampoco el hecho de que un empresario
pretenda enriquecerse y progresar, el problema es que las personas poseen poca
previsión de futuro y, en ciertos casos, falta de información.
En un momento de nuestro desarrollo donde poseemos toda la información
que queremos y donde se puede acceder a la educación más que nunca, terminar
realizando un empleo en el que puedes ser sustituido por una máquina (quitando
las situaciones en las que alguien se haya visto obligado), me parece algo que
atrasa el propio desarrollo de la sociedad.
Nos estamos acostumbrando a la vida fácil, por lo menos en
general, podemos tener todo lo que queramos y que antes hubiera sido imposible
obtener de una forma tan sencilla sin
esfuerzo. Esfuerzo, esa es la palabra que las sociedades contemporáneas están
olvidando, aunque hay algunas que la inculcan a día de hoy y que probablemente
sea la razón por la cual estas sociedades florezcan. Como ejemplo, en Japón, el
hijo de un jefe empresarial, al contrario que en otros países como España,
donde quizás se empezara desde alto, comienza trabajando desde los puestos más
bajos, esforzándose para subir puestos poco a poco.
Aunque sea un simple ejemplo, creo que la sociedad debería
progresar en cierta medida con ésta cultura del esfuerzo. Debemos darnos cuenta
de que si queremos hacer algo de verdad en nuestra vida, tenemos que ver el
mundo en el que vivimos e intentar ser inteligentes.
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