domingo, 29 de abril de 2012

Una degeneración desarrollada


              El ser humano desde tiempos antiguos ha sido criticado (por otros humanos) por la gran hipocresía que se reflejan en sus actos, en relación con sus palabras. Somos los únicos seres capaces de hablar, de comunicarnos de una manera clara y precisa, con un vocabulario extenso. Del mismo modo, somos los únicos capaces de mentir, de utilizar ese gran don de la comunicación de una manera egoísta, algo que muchos hacemos diariamente. En la introducción de su libro “El hombre y la tecnología”, Alfonso Gago nos dice que en la sociedad actual, dominada por las altas tecnologías de la información, la figura mitológica que identifica al hombre, es Narciso. El individualismo extremo, y la búsqueda eterna del placer existente en el hedonismo, es la que caracteriza a nuestra generación, además de la permanente hipocresía, la cual va en aumento. La solidaridad, ahora que es cuando más es reclamada, cuando más podemos ayudar con menos esfuerzo, se evapora ante nosotros al verse expuesto al hedonismo humano. Los placeres propios, por mínimos que sean, se anteponen a la posibilidad de ayudar a otros.
              Resulta curioso que en tiempos primitivos, cuando las primeras comunidades de humanos habían surgido, la solidaridad y la preocupación de todos con todos era mucho mayor que ahora, y en muchos casos más efectiva, aún teniendo nosotros muchos más recursos. La búsqueda de la propiedad privada, el ansia por la acumulación de riquezas y el poder, fueron los factores que corrumpieron al hombre antiguo.
              En la actualidad, aún viviendo todos en comunidad, y dependiendo todos del trabajo diario de los demás a causa del comercio y el movimiento del dinero, los actos desinteresados se vuelven meros mitos de tiempos pasados, y el total individualismo presente en las ciudades camuflada por las bien cuidadas imágenes de los ciudadanos, hacen pensar que solo hemos avanzado en el ámbito tecnológico, degenerando en dicho proceso, nuestra parte ética y moral.

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