Con el paso de los
años se ha dado una rápida sucesión de acontecimientos que propulsaban el
desarrollo de la sociedad a pasos agigantados. Al principio siempre hay un
miedo a que los cambios producidos no estén controlados, no entren en lo
estimado por sus creadores, sin embargo pienso que es precisamente lo que hace
única a la raza humana, la capacidad de crear, una creación sin límites, lenta
pero inexorable.
Se nos permite
crear tecnología para el bien y para el mal, pues si bien muchas creaciones sirven
para facilitarnos la vida, también es cierto que la mayoría de los grandes
descubrimientos tienen fines políticos o económicos, sobre todo se investiga
para la búsqueda de poder, pues hoy por hoy, quien posea los mejores
investigadores es el que más poder alberga.
Prueba de que la
investigación se rige por un móvil económico, son la cantidad de vacunas y
tratamientos que no se desarrollan aun sabiendo que son efectivos por la falta
de rentabilidad.
Por todo ello creo
que la tecnología está sometida a la conciencia humana. Que la avaricia de las
personas es lo único que pone límite a la creación de inventos y que en este
campo se sigue viendo que las personas buscan el beneficio propio por encima de
todas las cosas.
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