La libertad es uno de los derechos humanos y por tanto todos tenemos derecho a ella. Sin embargo, esto no podría ser mas distante de la realidad. Un ejemplo claro son los países árabes, en los que la libertad es un sueño efímero. Es por eso que ahora se producen tantas revoluciones, todas ellas basadas en la libertad. Sin embargo, nadie en este mundo posee una libertad plena, pues esta está regida por las normas de la sociedad, de la familia o incluso por unas reglas escolares en nuestro caso.
Las personas que tenemos libertad protestamos a menudo cuando esta se ve restringida, y no pensamos en esas personas que son esclavas de otras y que jamás podrán decir soy libre. La libertad es algo con lo que se nace, pero en ocasiones hay que luchar para conquistarla, pero eso tan solo provoca violencia que genera guerras y las guerras suelen provocar la muerte de personas inocentes.
En mi opinión, la libertad debería ser uno de los pilares fundamentales del mundo y ser accesible para todas las personas, sin distinguir entre razas o riqueza económica. Sin embargo, esto no es posible en este momento, puesto que las personas solo miran por su bienestar y no se preocupan de los demás ni de su situación, en este mundo lleno de injusticias. Para que la libertad fuese un derecho de todos, habría que empezar por acabar con las dictaduras de esas personas que solo buscan el beneficio propio sin importarles a cuantos perjudiquen, aboliendo su libertad y prohibiéndoles algo tan básico como la libertad de expresión.
Por todo ello la libertad es algo desigual, puesto que a pesar de ser uno de los derechos fundamentales, unos la disfrutamos y otros han de luchar por poder disfrutarla. Es por eso que en estos últimos casos nos podemos hacer la siguiente pregunta para terminar: Libertad, ¿Dónde estás?
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