La libertad es un concepto muy amplio al que se le han dado numerosas interpretaciones.
La libertad es considerada como un valor que tenemos los seres humanos, de la cual no debemos abusar en uno mismo ni de la de los demás. Pero ¿en verdad la poseemos?
A mi parecer somos libres en algunas cosas, pero en otras no. Me refiero a que en ciertas ocasiones tenemos la libertad de decidir entre dos o más opciones, pero no siempre estas opciones son propiamente algo que anhelemos, pues pueden llegar a ser decisiones forzadas. Esto quiere decir que aunque a veces tenemos libertad de elegir, no resultaremos beneficiados de lo que optemos por hacer, es decir que nuestras decisiones a veces son limitadas.
Es importante reflexionar sobre esta cuestión, pues es algo que nos puede afectar o beneficiar a cada individuo. Más aun porque formamos parte de una sociedad, de la cual sabemos de antemano que tiene reglas que debemos acatar, porque ¿qué pasaría si en la sociedad no existiesen normas y pautas de conducta? , si fuera así , estaríamos confundiendo la libertad con el libertinaje. Debemos tener en cuenta la siguiente afirmación: “Nuestra libertad acaba donde empieza la libertad del otro”, porque el ser libres no implica poder hacer lo que queramos, ya que podríamos estar afectando a la libertad de otra persona.
La libertad no es igual en todos los lugares del mundo, ni siquiera para cada persona, cada uno utiliza esta palabra de una forma distinta. Esa idea sobre la libertad puede depender de la cultura, de la educación, de los pensamientos…de cada uno.
Nuestra libertad está dentro de nosotros, nuestra libertad está en nuestros pensamientos y es hacer en cada momento lo que nos dicta nuestra conciencia y nuestra inteligencia , no solo en lo que nos apetece.
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