Se supone que los seres humanos somos libres, podemos elegir a lo largo de nuestra vida como usar nuestra libertad. Pero quizás solo es eso, una suposición.
Nuestra libertad depende mucho del lugar en el que vivamos, la gente que nos rodee, la sociedad con la que convivimos, etcétera.
Por ejemplo, una persona que está sometida a presiones políticas, que debe trabajar de foma inhumana para sobrevivir y sacar a su familia adelante no es físicamente libre, tiene continuas prohibiciones y obligaciones. Pero sin embargo puede que esa persona sea muchísimo mas libre interiormente que un millonario que cada mañana se levanta y no tiene ninguna obligación, solo hacer lo que le apetezca.
La persona pobre aprende más a valorar las cosas y a vivir su libertad interior, a disfrutarla y maximizarla todo lo posible. Nuestra libertad interior es aquello que nos permite elegir como queremos ser y comportarnos incluso cuando creemos que no tenemos elección.
Eso no es cierto, siempre vamos a poder elegir como queremos ser, siempre vamos a tener la opción de poseer una libertad interior sana, que no solo nos ayude a nosotros a ser felices sino también a aquellos que están a nuestro alrededor.
Todo esto no quiere decir que una persona que apenas tenga obligaciones y que parezca físicamente libre no pueda tener una libertad interior sana, pero si es cierto que cuando menos tenemos es cuando mas disfrutamos de lo mejor de nosotros, y por eso esa libertad física no podemos ni considerar que sea la verdadera libertad, porque la libertad real se encuentra dentro de nosotros mismos y siempre podremos elegir como y hacia donde dirigirla.
De que nos serviría poder hacer lo que queramos si no podemos ni decidir como queremos ser ni actuar ante la vida.
Es por ello que ya que todos poseemos nuestra propia libertad desde que nacemos, debemos encauzarla en la dirección correcta y jamás pensar que nos la pueden quitar, porque hasta en las situaciones más extremas siempre podremos decidir quienes y como queremos ser con nosotros mismos y con los demás.
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