domingo, 17 de junio de 2012

SER JUSTOS: UN GRAN PASO


Las leyes se elaboran para que con ellas se imparta  justicia. La justicia nos deja a cada uno en nuestro lugar, es decir, en el sitio donde merecemos estar.
A veces, por diferentes cuestiones la gente es castigada injustamente, y por desgracia esos años de injusticia, de no ser libre no se pueden comparar con ninguna suma de dinero porque lo más importante en esta vida es tener la libertad de tomar nuestras propias decisiones y esperar a que todo el mundo sea justo con nuestros actos. Pero por suerte la mayoría de las veces se imparte justicia castigando al culpable con su merecida condena, siguiendo los pasos que reglamenta nuestra justicia actual.
Todos solemos hablar de que merecemos tener justicia cuando, si lo pensamos, somos injustos en muchos actos que cometemos. Mientras que esos actos no sobrepasen un límite no serán sancionados, pero cuando crucemos ese trecho, tendremos que estar atentos a las consecuencias que conllevará el daño que hemos causado.
La justicia es uno de los grandes pilares en los que se apoya el buen funcionamiento de nuestra sociedad, y gracias a ella se resuelven los problemas de una manera sencilla y sin grandes incidentes, porque si esta se destruyese cada uno tomaría la justicia por su mano y nuestra sociedad decaería.

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