A todos nos duele cuando pensamos en la muerte de un ser querido, un amigo, un familiar, ect. Pero lo cierto es que la muerte existe y es algo que a todos, lo queramos o no, nos va a llegar.
Ante el miedo que genera la muerte todos nos preguntamos: ¿qué hay después?. Nadie puede tener la respuesta exacta aunque continuamente en películas y programas salen personas hablando de que han tenido una experiencia cercana a ella y que "creen" saber lo que es. Nosotros sólo conocemos lo que es la vida y por eso pensar en el fin de ella nos provoca pánico, aunque sabemos que nuestra propia muerte no nos debería dar miedo más bien deberíamos temer la de nuestros seres queridos ya que sufriríamos por su pérdida; pero aun así muchísimas personas tienen pavor a la muerte y se obsesionan pensando en qué les espera, qué hay después, si van a sufrir, etc.
Desde el comienzo de la vida se han planteado dudas sobre la muerte y aunque jamás podramos encontrar las respuestas exactas será un tema que seguirá preocupando al ser humano.
Yo sinceramente creo que se consigue quitarle importancia a la muerte cuando hemos vivido y sentido lo necesario y somos ya lo suficientemente mayores como para saber que es algo que está ahí y que, mejor tarde que temprano, llegará. Pero como es algo que nadie puede controlar ni podemos saber cuando nos va a tocar tenemos que vivir la vida sabiendo que tiene un fin pero que hay que aprovecharlar y vivirla al máximo sin pensar en ese fin que ya nos llegará.
Luego están aquellas personas que intentan darle una explicación a este hecho a través de, por ejemplo, las religiones. Algunas creen que hay vida después, otras que nos reencarnaremos en otros cuerpos, etc.
Hay gente que llega a trastornarse por pensar en la muerte, pero creo que lo que menos hay que hacer es pensar en ella porque cuando queramos darnos cuenta habrá llegado y no habremos disfruta lo que la antecede y lo que conocemos que es la vida. También es cierto que ese miedo hacia la muerte viene precedido por haber sufrido la de alguien a quien queremos.
Aunque no podamos entender qué es, podemos conocerla mejor y creo que eso solo se consigue cuando se ha tenido cerca, cuando la muerte ha hecho presencia en nuestro entorno llevándose a alguien que queremos o apreciamos. En ese momento en el que sufrimos es cuando nos surgen todas esas preguntas sin respuesta concreta y que lleva a la desesperación sin saber por qué tiene que llegar la muerte. Pero lo cierto es que estamos preparados genéticamente para la muerte: nacemos, crecemos, vivimos y, si ocurre lo "normal", morimos a una edad tardía. Dejando paso a nuevas generaciones. Es ley de vida y nos llega a todos.
Pero cuando sucede, cuando alguien cercano se va, alguien que desde que naciste ha estado ahí te ha aconsejado, te ha cuidado, te ha hecho reír, te ha ayudado a ser lo que hoy eres, de repente un día cierra los ojos y no los vuelve a abrir, no vuelves a hablar con él ni a verle y lo hechas muchísimo de menos y crees que volverá, que algún día volverás a reírte como lo hacías junto a esa persona. Pero cuando te das cuenta de que eso no va a ocurrir, que es definitivo y que tienes que superarlo crees que ese sentimiento de tristeza alguna vez desaparecerá por completo. Pero la verdad es que siempre que recuerdes a esa persona te embaucará la tristeza pero también te acordarás de todo lo bueno que has vivido junto a ella. Pero aun así la muerte volverá a pasar, muchas más veces en nuestras vidas seguramente, y quizás eso haga que no encontremos sentido a la realidad y digan lo que digan, pase el tiempo que pase, una muerte dolerá siempre igual.
Ya que jamás podremos quitar esa parte de la realidad y siempre estará presente, hagamos caso a una frase de Marco Tulio Cicerón:
" Comamos, bebamos y gocemos: tras la muerte no habrá ningún placer."
Esta reflexión es solo una idea más, pues a mi corta edad no creo que, aunque haya experimentado la muerte, puede hablar sobre ella en su totalidad pues siempre cuando se es joven se cree que aun está lejos, sin darnos cuenta que la vivimos día a día.
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