miércoles, 7 de diciembre de 2011

La experiencia de ver lo sentido, y sentir lo observado

"Ojos que no ven corazón que no siente" o "corazón que no siente, ojos que no ven" son dos frases que esconden bastantes significados y contenidos filosófico. Primero, ¿Qué significan? Ambos enunciados van entrelazados y vienen a relacionar lo real, lo que observamos, con lo que sentimos. ¿Qué ocurre antes? Ninguna o las dos, ya que ambas afirmaciones, pese a entrelazar cosas distintas, quieren decir lo mismo. Desde mi punto de vista, nos dicen que si no se ve, no se siente, y viceversa. Eso sería algo objetivo, si no percibimos la realidad, no podemos crearnos un pensamiento u opinión, pero, ¿y si tenemos ese pensamiento sin necesidad de percibir la realidad? o ¿y si tenemos ese pensamiento tras dejarnos llevar por los sentidos, y por tanto, tras modificar la realidad captada inicialmente?

Lo que quiero decir: ¿Se tiene que ver para sentir, o sentir para ver? La respuesta es no, pese a que se relacionen, ambas cosas no son un conjunto indivisible, los seres humanos pueden sentir sin ver, como por ejemplo una persona que sufre por otra que tiene lejos, y que hace años que no ve, o también pueden ver sin sentir, como aquel a quien le resulta indiferente el cruzarse con una persona desconocida por la calle.

Aparte de todo eso, el ser humano tiene la capacidad de olvidar, lo que hace poder no sentir nada por algo que ve, cuando no hace mucho si le hacía sentir algo, es el caso de la separación de unos compañeros de colegio, o de una simple ruptura amorosa. Enfocándolo así, parece que el olvido puede cambiar el significado de estos enunciados, y el olvido, es algo que se relaciona directamente con la muerte, por tanto, ¿puede una persona compartir día a día con nosotros, y sin embargo, estar muerta? Esto es lo que llamamos indiferencia, es decir, el hecho de ver y no sentir nada hacia la gente es algo que sólo uno mismo puede controlar, y en mi opinión, la indiferencia se basa en percibir una realidad y dejarnos llevar por nuestros sentidos, haciendo que esta realidad no nos importe, o no queramos que nos importe, por tanto, yo creo que el hecho de ver o sentir va directamente relacionado con nuestra mentalidad, nuestra forma de ser, y la forma en la que hemos crecido. A modo de conclusión, y basándome en lo dicho anteriormente, pienso que las actitudes de cada uno son los que hacen a unos u otros distintos del resto de la gente, y pese a que el aprendizaje nos provoque cambios en partes de nuestra conducta debido a la experiencia, hay cosas que no se pueden cambiar, y la forma de sentir es una de ellas.

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